la servilleta disfrazada de Edelweiss |
(atisbo en sueños ajenos en 8, o un infinito de pie)
1.-Llegó a mis manos,
un trocito de blanco,
blanco luz de luna,
blanco luz de luna reflejado sobre un paisaje nevado al atardecer de una apacible tarde de otoño
(un blanco surgido en una servilleta que llegó a flor con ayuda de imaginación de mago)
El color, parecía emanar luz.
Luz traída de algún recóndito lugar...,
la textura de aquel blanco recordaba a la de un efímero papel, un papel cotidiano,
un papel de usar y tirar.
Sí, desconcertante.
Al sostener la aparente forma blanca ya sabía que entre mis manos, ahí,
tan cerca de mi mirada tenía un luminoso haz de luz
.... que se había puesto un delantal,
... la ropa elegida delataba que algo cobraba vida en mi horno de pensamientos...
2.-Con restos de curiosidad, guardada para momentos necesarios, me planteé posibilidades,
las posibilidades posibles de preguntar.... al hermoso blanco sobre su procedencia,
sobre su desconcertante belleza,presentándose así con esa sútil forma,
en texturas cotidianas e ¡irradiando luz!,
¿por donde se había colado?
...con la sorpresa, me olvidé de la fuerza requerida en una investigación seria,
pero ese instante era demasiado hermoso para pensar que gastaría trozos
de mi preciada y necesaria curiosidad vital.
...en el momento de su descubrimiento, precipitándose en el aire,
(como en disolución con exceso de soluto)
sonó el nombre de una flor de invierno, de una flor que crece en altas montañas,
de la flor de las nieves,... se escuchó:
¡una edelweiss!
que sorprendió...:
(sabían que ellas viven en lugares recónditos, casi inaccesibles, en altas montañas...,que esperan que alguien las descubra..., tan buscadas que corren el riesgo de extinguirse; , son caprichosas les gusta la soledad, les encantan las temperaturas extremas de las montañas alpinas, incluso, alguna vive allá, más arriba....en el Himalaya; aunque pasean desde los Cárpatos hasta los Pirineos.Las edelweiss viven camufladas bajo la apariencia de una sóla flor cuando realmente es un conjunto de diminutas florecillas creciendo agrupadas para sobrevivir, son todo un microcosmos donde perderse,su aparente fragilidad es sólo un espejismo)
Yo sabía que las edelweiss requerían de valor y coraje para poder aparecer en alguna parte y que con su color pureza de luna,siempre viven en el mundo de los sueños, del amor eterno, del honor, del sosiego y de las difíciles bellezas.
Viven en el mundo donde la comunicación es posible ...............
Y sí, una vez la palabra había terminado su recorrido, danzando a través del aire...,
y ya todos saboreando la posible posibilidad de haber fabricado una flor de nieve
de la nada...,
con una servilleta...
3.- Yo, ya sabía que no era una simple edelweiss,.....
la simple complejidad de disfrazar a una sevilleta, encontrar una flor con textura de papel..
su fragilidad real............
la delataba,
era un bella superviviente
pero no una aguerrida, fuerte y hermosa edelweiss.
Esa flor,
papel,
luz,
había llegado,
posiblemente por su intrépida y magnífica valentía..
puede que gracias a colaboraciones múltiples,
(las ayudas e interacciones requeridas para su existencia...),
las posibles posibilidades requeridas
¿ cómo era posible encontrar esta belleza y no haber visto la puerta por la que se había colado...?
4.- Pensé en un árbol, en la música de la sombra de los árboles, en aquel azul que descubrí gracias a esta música...
Imaginé la luz tamizada por frondosos árboles, con sus hojas vestidas de verdes primaverales..., las pequeñas persecuciones de airecillos que empujaban a una hoja verde plata de rocío, hacía el suelo dibujando deliciosos garabatos; todo esto hacía posible una sinfonía hermosa, sencilla y tan compleja por las infinitas no posibles posibilidades de no ser repetida en un sinfín de instantes que podría dejar encantado durante instantes eternos a los que se percatasen de su existencia;
Esta música que se escuchaba en la sombra dibujada por estos árboles,
variaba constantemente a lo largo de:
- las distintas horas del día,
al igual que las "Nubas sefardís",
-y durante cada una de las horas en las que la luz de luna alguna vez, le permite ganar al negro profundo (cada único e irrepetible segundo nocturno...)
5.-Pensé en un leñador, en el leñador que habitase en una ladera cerca de la música...
cerca de este bosque, en el hombre encargado del suministro de madera anual,
un hombre que con notables esfuerzos físicos,
con un hacha con destellos plateados
lograba talar un árbol:
...
en ese momento siempre suena un acorde y se prolonga ...............con la caída....,
después siempre nace un impresionante calderón de silencio...,
. . . . .
ya, inmediatamente, la música reanuda su vida con recobrada energía,
queriendo olvidar el súbito estacato difuminado con el calderón aparentemente infinito,
inspira algarabías:
- entre los correveidiles de los airecilllos,
- con los pájaros
o, si había sido en una noche de insomnio,
-con los vientos que susurran y juegan en la oscuridad...,
-con los fuertes aleteos de los buhos que rapidamente buscan ramas más tranquilas
vigilan..., donde esperan toda la noche que algún cuento sea leído en alguna cercanía....
El leñador al acabar su trabajo,
satisfecho, al lado del árbol caído....,
no escuchaba la música...,
la música de la sombra de los árboles...;
y siempre, al poco rato imaginé un desasosiego incomprensible que se apodera de su alegría
6.-Pensé en la melancolía, invadiendo todas las tardes del mundo, en todas las tardes de este leñador
...durante muchos días, el leñador tendría que convertir al árbol talado
- en leños para que" rojos bailarines" calentasen hogares,
-en tablas para fabricar contenedores de telas o libros...,
Él, sólo sabe de los leños ,de las tablas...
no imagina sus posteriores utilidades...
Él mismo tenía una hermosa mesa, sillas y hasta una deliciosa cama donde transcurrían sus descansos,
sentado a la luz de su lumbre,en invierno
o fuera,en un magnífico banco de madera colocado a la puerta de su casa, en verano
mientras sonaba la música que no escuchaba...,
Este mobiliario de su día a día se lo habían proporcionado
sus manos,
y un árbol
(que había formado parte de la música de la sombra de los árboles...)
pero, sí, todas las tardes...
una melancolía le invadía desde los hilos de colores que conformaban los cuadros de su camisa
e iba filtrándose hasta su corazón y
... alcanzaba los más recónditos escondites de su alma.
...en las siestas, en las noches en las que dormía..., ya sin distinguir muy bien lo real de lo irreal..., siempre aparecían los leños alejándose en camiones, así como los gruesos tablones y hasta la viruta...aparecía en sus sueños...,
...pero
siempre se despertaba antes de que llegasen a su destino....,
la melancolía encontraba un reino otra vez,
a ratos la melancolía jugueteaba con el desasosiego
y... se traducía en una pequeña mueca triste en la apacible cara del leñador.
7.- Decidí investigar sobre la luz
No es fácil hablar de la luz, de sus lentas y vertiginosas velocidades,y los recónditos lugares a los que llega.
Supe de como esa luz tamizada viajaba con el trasmutado árbol,
en los leños,
en las tablas(algunas acabarían pintadas de color castaña de otoño metida en cucuruño paseando por alguna ciudad),
y también viajaba en las virutas y hasta en la más pequeña astilla
Toda la madera transportaba recuerdos de la luz que ilumina la música de la sombra de los árboles.
8.-Osé el arte de dibujar una sonrisa en la cara del leñador
Escribí lo que sabía sobre la flor con textura de servilleta, de la luz alegre que había derramado entre ruidos de bar, las risas,curiosas ellas, que asomaron debido al CHAS con tantas texturas y tan viajado...
sí, escribí sobre la luz escondida en la servilleta;
Le conté como después de infinitas peripecias, y aconteceres, y variopintas posibilidades, había llegado con una pequeña astilla esta divertida luz.
Escribí sobre la astilla,su trasmutación en servilleta, y la aún pervivencia de la luz tamizada, que había llegado desde tan lejos.
El leñador se sentó a la sombra de los árboles, muchas tardes.
Descubrió pequeñas florecillas que crecían allí,
acunadas por música efímera, única e irrepetible.
Se supo espectador y guardian de belleza.
En la cara de leñador se dibujó una sensata, serena y apacible sonrisa, que necesita de más adjetivos para ser definida. Él se sabía ahora parte de la música de las sombra de los árboles durante los ratos que miraba los pequeños crocus azules que crecían en la sombra, ahora era parte de su nana...., se sentía un poco "jardinero de alta montaña", y sí.... sonreía.
La melancolía había perdido una batalla.
............................fin--------------------------------------------------------------------------------------------------
felisabeatrizteijeiroR, marzo 2012
4 comentarios:
qué viaje por los colores! sin ellos el blanco no sería tan blanco! la flor del edelweiss no la conozco, pero recuerdo la canción de "la novicia rebelde" en la que se hablaba de ella. beso! elisa
Gracias Elisa, por leer esta noche, esta trasformación de un leñador que no sabe el por qué de su existencia..., y descubrirle gracias a una servilleta-flor, hecha por magos del día a día, su parte en la música que suena...
Gracias
Un beso grande, sin f
F
· Fue, la edelweis, al mítico de mi infancia. Soñé con tener una...
Con el paso de los años, tuve una, varias. En los Pirineos las encuentras a partir de 1700 metros, hasta los 2.00 o 2200.
Me ha gustado tu intrincado recorrido. Hasta hay algo rojo...
· bicos
CR & LMA
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Gracias boLo,
me alegra que lo hayas leído,...
si hay "rojos bailarines", la mágia del fuego, que esconde estas preciosas danzas.
Es una historia que surgió tomando unas cervezas con unos compañeros de tango, uno de ellos empezó a hacer flores de papel que me recordaron una edelweiss,...
Otro de los tangueros..., siempre me achacaba que me ponía nerviosa bailando (cosa muy no cierta)..., y un día con un adjetivo muy digno de mí le dije que él mismo se trasmutaba en "leñador de Transilvania" y que así, con este personaje no se puede bailar..., causó tal impacto el adjetivo utilizado..., que intenté remediar el asunto..., no pudo responder...
y así fué como decidí transformar a un leñador triste en parte de la música de la sombra de los árboles...
Beso grande, y gracias por leerlo, rojo hacedor de sonrisas.
Felisa
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